¡Buenas noticias! Comenzamos el año con la alegría de saber que la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (AGENCIA I+D+i) aprobó un proyecto de investigación bianual sobre las potencialidades del sector biotecnológico argentino. Se titula “De la biotecnología a la bioeconomía. Visiones de política, políticas y capacidades nacionales y subnacionales para el desarrollo en Argentina” y será liderado por dos investigadoras CONICET – CENIT/EEyN/UNSAM: Gabriela Bortz (investigadora responsable), y Lilia Stubrin (parte del grupo responsable, junto a Bortz).
Desde la década de 1980, la biotecnología se promocionó como tecnología estratégica. Esto resultó en un ecosistema empresarial en expansión, que hoy posiciona a Argentina en el 10° lugar en cantidad de empresas biotecnológicas a nivel mundial, un entramado de políticas públicas y, sobre todo, una visión colectiva que la sostiene como una vía deseable y posible para el desarrollo económico nacional. A partir de 2013, la “bioeconomía” irrumpió en la agenda de políticas públicas, actualizando esta visión basada en las capacidades biotecnológicas junto la disponibilidad de biorecursos en el país como vía para el desarrollo sostenible, inclusivo y un desarrollo territorial más equilibrado.
Sin embargo, hay múltiples visiones sobre lo que la bioeconomía en Argentina es (y debe ser) y cómo ésta se articula como modelo de desarrollo. Los abordajes disciplinares generaron múltiples visiones fragmentadas, además de un marcado sesgo agrícola, centrado en la región pampeana. Además, en estos estudios la comprensión de cómo la bioeconomía genera desarrollo permaneció como un supuesto lineal: un efecto derrame del uso y transformación de biomasa mediante capacidades científicas y tecnológicas. Construir la bioeconomía como un modelo de desarrollo requiere una visión que integre los actores, los mecanismos de articulación, las políticas y los marcos regulatorios, las coaliciones y estructuras de poder asociadas, el factor territorial y natural, y cómo estos elementos se transforman mutuamente.
Este proyecto busca entender en qué medida y cómo la bioeconomía promueve procesos de desarrollo sostenible e inclusivo: qué tipos capacidades se requieren construir, qué imaginarios de innovación se movilizan, qué tensiones (económicas, políticas, socio-ambientales, culturales) emergen en la implementación de una estrategia bioeconómica en territorios concretos y qué tipos de políticas y estrategias resultan más adecuadas para abordar dichas tensiones. Para aportar a la construcción de una visión de la bioeconomía como modelo de desarrollo desde lo empírico-situado, se trabajará a partir de casos concretos en territorio, elegidos a partir de distintos sectores de la industria (salud, tomando los casos de vacunas COVID-19 y agro, la tecnología HB4), distintas biorregiones (los hubs bio de Santa Fe y Córdoba) y distintos biorrecursos (recursos del mar y Cannabis medicinal), con el fin de evitar sesgos y lograr un análisis representativo de las potencialidades de la bioeconomía en todo el país. Se aspira a que los aprendizajes que se desprendan de la investigación contribuyan a mejorar el diseño de políticas públicas y estrategias institucionales orientadas al desarrollo sostenible.
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