La experimentación con formas radicalmente abiertas y colaborativas de producir conocimiento y artefactos se puede encontrar en todas partes, desde el movimiento de software libre y de código abierto hasta las iniciativas de ciencia ciudadana; desde los laboratorios de fabricación comunitaria y los makerspaces hasta la producción de hardware científico de código abierto.
Impulsadas por la amplia disponibilidad de infraestructura digital en red, estas iniciativas comparten la (re) creación de comunidades de conocimiento y un intento de redistribuir la agencia innovadora a través de una amplia gama de actores.
En este documento de trabajo, los investigadores de STEPS Valeria Arza, Mariano Fressoli, Anabel Marin, Patrick Van Zwanenberg y Adrian Smith, reflexionan sobre lo que estas prácticas emergentes podrían significar para ayudar a cultivar patrones más equitativos y sostenibles de desarrollo global.
Para muchos comentaristas y activistas, tales iniciativas prometen alterar radicalmente las maneras en que producimos el conocimiento y los artefactos de una manera mucho más eficiente, creativa, distribuida, descentralizada y democrática. Tales posibilidades son intrigantes, pero no sin desafíos críticos.
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