El modelo establecido de producción en la agricultura argentina desde fines de los ’70 consiste en la producción de cultivos poco diferenciados orientados al mercado de exportación utilizando tecnologías intensivas en capital y en insumos externos a la finca. Las semillas transgénicas y sus tecnologías asociadas son la última novedad tecnológica de este modelo que logró aumentar los rendimientos pero también generó problemas sociales y ambientales que llevaron a algunos referentes de la política pública a promover modelos alternativos de producción que agreguen valor en origen, que fomenten la inclusión y el empleo y que sean amigables con el medioambiente. No se espera que estos últimos reemplacen al establecido, que es fuente de generación de divisas internacionales y de ingresos públicos y privados, sino que lo complemente, mejorando de esta forma la sostenibilidad ambiental y social de la producción agropecuaria. En este trabajo discutimos los problemas que enfrentan los modelos alternativos para emerger y consolidarse resaltando en particular los conflictos que aparecen en la coexistencia con el modelo establecido. Utilizamos el marco conceptual de los estudios sociotécnicos de transición y el caso del algodón transgénico y agroecológico en Argentina. La información proviene de talleres participativos con productores y entrevistas con diversos actores durante 2009-2013.